viernes, 9 de mayo de 2014

La desesperanza de un pueblo!!!




De seguro han escuchado la historia de David contra Goliat. No tiene nada de nuevo cuando en algún momento de nuestras vidas nos vemos luchando contra un gigante; contra algo  o alguna situación de adversidad que se ve imposible de lograr; que es aparentemente indestructible e invencible. 

En esta historia se enfrentan Filisteos e Israelitas (1ra Samuel 17-45), donde se encontraban confrontados de día y de noche por Goliat;  que era un soldado de los Filisteos que media 3 metros de altura aproximadamente. Todos los días los retaba y les decía que nadie podía contra él. David era un muchacho del pueblo de Israel que llegó al campo de batalla a llevar provisiones a sus hermanos; ni siquiera era un guerrero; pero al llegar al campamento se da cuenta que Goliat los tenía asustados a todos. Entonces David dijo: “Yo pelearé contra él y lo venceré; porque Dios me dará la victoria”.


Es así como con muchas dudas el Rey lo manda a enfrentar a GOLIAT, el muchacho solo agarró 5 piedras y una honda y fue a enfrentarlo. Goliat al verlo lo insulta y lo maldice; pero David le responde: “Tu vienes a mí con espada, lanza y jabalina;  más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel a quien tú has provocado… y él te entregará hoy en mis manos y yo te venceré.” Luego David se apresuró a ir a Goliat y con la onda  le mató con la piedra y fue vencedor. 


Esta historia lo interesante que tiene es que nos habla de un pequeño que solo tenía  Fe en Dios y valor para enfrentar al gigante. No tenía armas; ni ejércitos ni nada era  solo Él y el poder de Dios que lo respaldaba. 


Así como David, hoy tenemos la misma posibilidad de vencer los Gigantes en nuestra vida, con Fe, valentía y poder de Dios, solo tenemos que creer que Dios lo hará y es de eso de lo que debemos hablar, no de lo grande que es el gigante, sino de que “yo lo venceré”. Muchos pueden identificarse hoy en día con David; pero les digo que la victoria que él tuvo fue gracias a su Fe en Dios; no solo por su valor únicamente; la Fe y la palabra de fe que dijo ese día fue lo que lo hizo vencedor. 


En estos tiempos tenemos hombres y mujeres valientes; con fortaleza pero sin lo principal que es la Fe. Aunque no lo creas; las batallas grandes las gana Dios no los hombres; de seguro si creyéramos en esto como David lo hizo; nuestra realidad sería otra en muchas ocasiones. 


Dile a ese Gigante “En el nombre del Dios de los ejércitos hoy te venceré”.

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