De seguro han escuchado la
historia de David contra Goliat. No tiene nada de nuevo cuando en algún momento
de nuestras vidas nos vemos luchando contra un gigante; contra algo o alguna situación de adversidad que se ve
imposible de lograr; que es aparentemente indestructible e invencible.
En esta historia se enfrentan Filisteos e Israelitas (1ra Samuel 17-45), donde se encontraban confrontados de día y de noche por Goliat; que era un soldado de los Filisteos que media 3 metros de altura aproximadamente. Todos los días los retaba y les decía que nadie podía contra él. David era un muchacho del pueblo de Israel que llegó al campo de batalla a llevar provisiones a sus hermanos; ni siquiera era un guerrero; pero al llegar al campamento se da cuenta que Goliat los tenía asustados a todos. Entonces David dijo: “Yo pelearé contra él y lo venceré; porque Dios me dará la victoria”.
En esta historia se enfrentan Filisteos e Israelitas (1ra Samuel 17-45), donde se encontraban confrontados de día y de noche por Goliat; que era un soldado de los Filisteos que media 3 metros de altura aproximadamente. Todos los días los retaba y les decía que nadie podía contra él. David era un muchacho del pueblo de Israel que llegó al campo de batalla a llevar provisiones a sus hermanos; ni siquiera era un guerrero; pero al llegar al campamento se da cuenta que Goliat los tenía asustados a todos. Entonces David dijo: “Yo pelearé contra él y lo venceré; porque Dios me dará la victoria”.
Es así como con muchas dudas el
Rey lo manda a enfrentar a GOLIAT, el muchacho solo agarró 5 piedras y una honda
y fue a enfrentarlo. Goliat al verlo lo insulta y lo maldice; pero David le
responde: “Tu vienes a mí con espada, lanza y jabalina; más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de
los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel a quien tú has provocado… y
él te entregará hoy en mis manos y yo te venceré.” Luego David se apresuró a ir
a Goliat y con la onda le mató con la
piedra y fue vencedor.
Esta historia lo interesante que
tiene es que nos habla de un pequeño que solo tenía Fe en Dios y valor para enfrentar al gigante.
No tenía armas; ni ejércitos ni nada era
solo Él y el poder de Dios que lo respaldaba.
Así como David, hoy tenemos la
misma posibilidad de vencer los Gigantes en nuestra vida, con Fe, valentía y
poder de Dios, solo tenemos que creer que Dios lo hará y es de eso de lo que
debemos hablar, no de lo grande que es el gigante, sino de que “yo lo venceré”.
Muchos pueden identificarse hoy en día con David; pero les digo que la victoria
que él tuvo fue gracias a su Fe en Dios; no solo por su valor únicamente; la Fe
y la palabra de fe que dijo ese día fue lo que lo hizo vencedor.
En estos tiempos tenemos hombres
y mujeres valientes; con fortaleza pero sin lo principal que es la Fe. Aunque no lo creas; las batallas
grandes las gana Dios no los hombres; de seguro si creyéramos en esto como
David lo hizo; nuestra realidad sería otra en muchas ocasiones.
Dile a ese Gigante “En el nombre
del Dios de los ejércitos hoy te venceré”.
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